Años Jubilares decretados por el papa tienen sus raíces en las Sagradas Escrituras, particularmente en el libro de Levítico. Cada 50 años, Dios comandaba al pueblo elegido a vivir un año de restauración – los esclavos eran liberados, las deudas eran perdonadas y las tierras eran restauradas a quienes les pertenecían legítimamente.  

Hoy en día, la Iglesia celebra Años de Jubilo cada 25 años y en otras ocasiones especiales con énfasis especial en la realidad de que Dios desea perdonar nuestras deudas, liberarnos de la esclavitud del pecado y restaurar las tierras de nuestro corazón.  

El Papa Francisco ha declarado un año jubilar del 24 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2026, con un énfasis en Romanos 5:5, “la esperanza no falla,” y el tema de “peregrinos de esperanza.” 

Ante todo, los obispos son pastores. Su deber primordial es guiar a los fieles hacia una relación más cercana a Jesucristo. Una de las maneras primordiales que hacen esto es por medio de escribir cartas sobre un aspecto de la fe. Así como el Santo Padre escribe cartas a los obispos, el clero y a los fieles de la Iglesia mundial, un obispo local periódicamente escribe cartas a sus sacerdotes y a los fieles de su diócesis.  

En octubre 2024, el Obispo Dolan lanzó su primera carta pastoral nombrada “TILMA”, para presentar su plan pastoral de siete años sobre la evangelización en la Diócesis de Phoenix. Continuara escribiendo cartas pastorales anualmente durante el plan de siete años.  

¿Qué es una indulgencia?  

Una indulgencia plenaria es un gran don y misericordia de la Iglesia y una manera de recibir la gracia para la remisión de los pecados. El Obispo Dolan ha decretado seis sitios de peregrinación durante este Año Jubilar – una visita a uno o más de estos sitios permite obtener una indulgencia, siempre y cuando se cumplan las condiciones necesarias.  

Las Indicaciones de Índole General sobre las Indulgencias de El Don de la indulgencia resume las condiciones generalmente dadas en la ley de la Iglesia (Penitenciaría Apostólica, Prot. N. 39/05/I): 

1. El «Código de derecho canónico» (c. 992) y el «Catecismo de la Iglesia católica» (n. 1471), definen así la indulgencia: «La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos». 

2. En general, para lucrar las indulgencias hace falta cumplir determinadas condiciones (las enumeramos en los números 3 y 4) y realizar determinadas obras… [en este caso, aquellas concedidas para los sitios jubilares] 

3. Para lucrar las indulgencias, tanto plenarias como parciales, es preciso que, al menos antes de cumplir las últimas exigencias de la obra indulgenciada, el fiel se halle en estado de gracia. Por ejemplo, debe ser católico, no excomulgado o cismático.  

4. La indulgencia plenaria sólo se puede obtener una vez al día. Pero, para conseguirla, además del estado de gracia, es necesario que el fiel 

– tenga la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial; 

– se confiese sacramentalmente de sus pecados; 

– reciba la sagrada Eucaristía (ciertamente, es mejor recibirla participando en la santa misa, pero para la indulgencia sólo es necesaria la sagrada Comunión); 

– ore según las intenciones del Romano Pontífice. 

5. Es conveniente, pero no necesario, que la confesión sacramental, y especialmente la sagrada Comunión y la oración por las intenciones del Papa, se hagan el mismo día en que se realiza la obra indulgenciada; pero es suficiente que estos sagrados ritos y oraciones se realicen dentro de algunos días (unos veinte) antes o después del acto indulgenciado. La oración según la mente del Papa queda a elección de los fieles, pero se sugiere un «Padrenuestro» y un «Avemaría». Para varias indulgencias plenarias basta una confesión sacramental, pero para cada indulgencia plenaria se requiere una distinta sagrada Comunión y una distinta oración según la mente del Santo Padre. 

6. Los confesores pueden conmutar, en favor de los que estén legítimamente impedidos, tanto la obra prescrita como las condiciones requeridas (obviamente, excepto el desapego del pecado, incluso venial). 

7. Las indulgencias siempre son aplicables o a sí mismos o a las almas de los difuntos, pero no son aplicables a otras personas vivas en la tierra. 

El Obispo Dolan ha decretado las siguientes parroquias de la Diócesis de Phoenix como sitios jubilares durante el Año Jubilar 2025: 

La Catedral de los Santos Simón y Judas 

6351 N 27th Ave, Phoenix, AZ 85017 

Basílica de Santa María  

231 N 3rd St, Phoenix, AZ 85004 

Iglesia de San Antonio 

47 Sacaton Rd, Sacaton, AZ 85147 

Iglesia de Santa María 

302 E Spring St, Kingman, AZ 86401 

Iglesia del Sagrado Corazón 

150 Fleury St, Prescott, AZ 86301 

Capilla de la Santa Cruz 

780 Chapel Rd, Sedona, AZ 86336 

El Papa Francisco ha declarado un año jubilar del 24 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2026, con un énfasis en Romanos 5:5, “la esperanza no falla,” y el tema de “peregrinos de esperanza.” 

En sintonía con el Santo Padre, el primer año del plan pastoral del Obispo Dolan sobre la evangelización tiene por lema “Año de Esperanza.” El año jubilar y el primer año del plan pastoral del Obispo Dolan coincide en tema, mientras que el plan pastoral del Obispo Dolan comienza en enero 2025 y continuará hasta el 9 de diciembre de 2031 – el aniversario número 500 de las apariciones de Nuestra Señora en el Tepeyac. Cada año del plan pastoral del Obispo Dolan llevará un tema único y un énfasis relacionado a la evangelización.